Jueves 17 de Mayo 2024
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Emprendimiento, un emprendizaje de vida poderoso
Escrito por Paola Lombardi
Jueves 22 de Abril 2005
Cuando me invitaron a escribir sobre emprendimiento, me vino a la cabeza la siguiente pregunta ¿qué escribo? Hay tanto que me gustarÃa compartir al respecto⦠la respuesta que me di fue que empezare con las competencias que bajo mis propios paradigmas son las que se repiten en las mujeres emprendedoras, o no solo en nosotras, igualmente desarrolladas por los hombres, tal vez sólo con matices distintos.
Entiendo y vivo el ser emprendedora como una de las formas más potentes de hacer uso de las competencias sociales que todos tenemos, la única diferencia temporal es que los llamados/as emprendedores ocupamos y estamos más expuestos a trabajarlas. Para ello convertimos nuestras debilidades en cualidades, lo rutinario en extraordinario y la vida tiene sucesos más apasionantes. Nos enfocamos más en los procesos que en el resultado.
En el camino aprendemos, siendo el resultado la consecuencia de cómo lo caminamos.
El ser emprendedora es una oportunidad tanto para mà como para otros, donde los actos y desafÃos tienen consecuencias en la vida integral de quienes emprendemos. Estoy convencida que el emprendimiento facilita la misión y nos empodera de valores humanos.
Los emprendedores miramos el mundo como un desafÃo constante, vemos oportunidades donde otros no ven, vemos diversidad de formas, culturas, seres distintos, de cómo se hacen las cosas, sabemos que hay lÃmites pero ellos están solo en nuestra mente, no son un obstáculo son oportunidad para revertir la situación.
Ahora bien, la experiencia me ha demostrado que la base del emprendimiento es âemprender nuevos paradigmas y/o romper paradigmas personales y socialesâ, más aun en este paÃs donde la burocracia es la habilidad más desarrollada en ciertos seres humanos y por ende es el estandarte de ciertas organizaciones.
Entiendo y vivo el ser emprendedora como una de las formas más potentes de hacer uso de las competencias sociales que todos tenemos, la única diferencia temporal es que los llamados/as emprendedores ocupamos y estamos más expuestos a trabajarlas. Para ello convertimos nuestras debilidades en cualidades, lo rutinario en extraordinario y la vida tiene sucesos más apasionantes. Nos enfocamos más en los procesos que en el resultado.
En el camino aprendemos, siendo el resultado la consecuencia de cómo lo caminamos.
El ser emprendedora es una oportunidad tanto para mà como para otros, donde los actos y desafÃos tienen consecuencias en la vida integral de quienes emprendemos. Estoy convencida que el emprendimiento facilita la misión y nos empodera de valores humanos.
Los emprendedores miramos el mundo como un desafÃo constante, vemos oportunidades donde otros no ven, vemos diversidad de formas, culturas, seres distintos, de cómo se hacen las cosas, sabemos que hay lÃmites pero ellos están solo en nuestra mente, no son un obstáculo son oportunidad para revertir la situación.
Ahora bien, la experiencia me ha demostrado que la base del emprendimiento es âemprender nuevos paradigmas y/o romper paradigmas personales y socialesâ, más aun en este paÃs donde la burocracia es la habilidad más desarrollada en ciertos seres humanos y por ende es el estandarte de ciertas organizaciones.
